Mi Negocio y Yo: Tocado y Hundido
"Acabábamos de mudarnos al pueblo. Una casa heredada constituÃa lo que iba a ser a partir de entonces nuestro lugar de residencia. La persona a la que un dÃa amé y yo compramos una planta de procesamiento de cerámica, porcelana y vidrio que habÃa entrado en quiebra.
Inocentes de nosotros. Procesar cerámica a pequeña escala salÃa tan rentable como hacerlo con porcelana y vidrio. AbastecÃamos pequeñas empresas de embotellado y algunos comercios cercanos de falsa artesanÃa. Desde los comienzos nuestros beneficios eran negativos y las deudas nos oprimÃan la garganta.
Hubo un tiempo en que fuimos los salvadores de los pocos habitantes. Mi mujer y yo dábamos empleo al pueblo. Como era de esperar, no pudimos hacer frente a las deudas y facturas, y, como el anterior dueño, tuvimos que abandonar el negocio. No habÃa manera de vender la planta.
El pueblo, en proceso de despoblamiento, cuenta ahora con doce vecinos y un servidor. Dos de ellos son hijos de mi mujer, y un tercero de la mujer a la odio porque un dÃa la quise.
Postdata: la empresa sigue en venta."
José Manuel Sanz Muñoz (Cuenca, España). I Concurso de Microrrelatos Bidtobid.